A raíz de mi post de ayer un compañero de karavana ha decidido mandarme su experiencia personal, como es lógico he decidido publicarla para compartirla con todos vosotros.
«Otra forma en la que aparece el gusanillo es te apetece hacer noche dentro de tu caravana y relajarte con la familia, pero el problema es que la quedada comienza mañana y decides salir por la tarde cuando has acabado de trabajar, los campings no suelen tener tarifa de pernocta y si la tienen normalmente es para auto caravanas, entonces decides ir y quedarte en una zona cerca de camping , en cualquier parking que puedas pernoctar casi anocheciendo y disfrutar de tu karavana y jugando a juegos de mesa, viendo la tele, escuchando las olas del mar, etc… entonces cuando los niños ya se rinden se acuestan y descansas, esa sensación de libertad, es algo indescriptible.
Amanece, los primeros rayos del sol vislumbran por tu claraboya, enciendes la hornilla y ese aroma café te recarga de felicidad, ese desayuno en tu karavana que te sabe a gloria, ver a tus hijos dormidos, felices, esa sensación te levanta el espíritu a otro nivel, te llena el alma. Ya estás preparado para moverte, llegar al camping y ser el primero en ir a recepción, registrarte y coger sitio para la quedada tan maravillosa con amigos que tienes por delante.»
¿Quién dijo que no se podia? La foto de abajo es foto mía de archivo.